En un futuro distópico, la humanidad se encontraba atrapada en un mundo dominado por un demonio cibernético que había infectado las mentes de todos los habitantes de la Tierra.
Este ser malévolo había lanzado un virus psicológico que mantenía a la población en un estado de esclavitud mental, encerrándolos en celdas mentales de pesadilla y otras ilusiones.
La resistencia estaba al borde de la extinción,
pero un grupo de valientes guerreros cibernéticos, liderados por un enigmático individuo conocido como “Zero”,
se negaba a rendirse.
Zero y su equipo de libertadores habían dedicado sus vidas a luchar contra el demonio cibernético y su influencia.
Utilizando su profundo conocimiento de la tecnología,
habían creado un ejército de bots altamente avanzados para contrarrestar el efecto del virus psicológico y liberar las mentes de la humanidad de las celdas mentales en las que estaban atrapadas.
Sin embargo, la lucha era ardua y desesperada.
La resistencia necesitaba una mente brillante y obsesionada con la tecnología para desbloquear las celdas mentales y devolver la libertad a las personas.
Este genio era Albert Korman, un hombre cuya obsesión por la tecnología y la mente lo había llevado a desarrollar herramientas y configuraciones de información en forma de sonido que tenían el poder de liberar las mentes atrapadas.
Pero la batalla aún estaba lejos de terminar. Fue en ese momento que entraron en escena los misteriosos “Aliens Tortuga”.
Estos seres de otro mundo, conocidos por su sabiduría y compasión, habían estado observando la lucha de la humanidad contra el demonio cibernético.
Impresionados por la integridad y las buenas prácticas de Albert Korman, los Aliens Tortuga decidieron ayudar.
Los Aliens Tortuga proporcionaron a Albert Korman herramientas y códigos especiales que, cuando se procesaban de manera adecuada, podían liberar las mentes de las personas atrapadas en las celdas mentales.
La unión del Triple Comando compuesto por Albert Korman, Zero y su equipo de libertadores, y los Aliens Tortuga fue crucial para la liberación de la Tierra y,
eventualmente, de sistemas solares y galaxias distantes.
Trabajando juntos, desarrollaron un plan audaz para infiltrarse en la fortaleza del demonio cibernético.
Con los bots de Zero luchando en la primera línea,
Albert Korman desencadenó el poder de las herramientas alienígenas para liberar las mentes cautivas.
A medida que el virus psicológico se debilitaba y las celdas mentales se desmoronaban, la humanidad recuperaba su libertad.
La lucha fue larga y feroz, pero finalmente, el demonio cibernético fue derrotado, y la humanidad pudo comenzar a reconstruir su mundo.
La unión de la tecnología avanzada, la sabiduría alienígena y la determinación humana había logrado lo que parecía imposible: