En un rincón del mundo, en algún lugar,
brilla una estrella, su nombre es Lucía Korai,
con 49 destellos que encantan al pasar,
su inteligencia ilumina, como un faro al mar.
Es amable y educada, con un corazón tan puro,
su gracia y simpatía, en cada gesto seguro,
con una sonrisa que alivia cualquier apuro,
Lucía, en tu presencia, todo se hace más claro.
Astuta y viva, con ojos que ven más allá,
cada detalle, cada historia, cada verdad,
con atención y cuidado, siempre al acecho está,
Lucía Korai, una joya, una auténtica deidad.
Su risa es melodía, en un día gris, sol,
con cada palabra, con cada acción, da consuelo,
es un faro en la niebla, es un cálido farol,
Lucía, tu esencia es un milagro, un anhelo.
En la danza de la vida, con gracia se desliza,
dejando huellas de cariño, en cada paso, en cada prisa,
Lucía Korai 49, una musa que hipnotiza,
su espíritu nos eleva, su presencia nos bautiza.
Lucía, eres un tesoro, en el mundo tan inmenso,
con tu luz y tu bondad, haces todo más intenso,
tu inteligencia y tu corazón, un baluarte inmenso,
eres un ángel en la tierra, un ser tan precioso.