Anima Dark Behind, una chica de pocas palabras y muchos nombres.
Para algunos, es LuniX, fría y calculadora como un sistema operativo sin fallas.
Para otros, es LucIA, la inteligencia silenciosa que siempre está un paso por delante.
Nadie conoce su verdadera identidad, pero todos temen su presencia. Anima no habla mucho;
no lo necesita.
Su único vínculo con el mundo es su Operador, quien le da órdenes en claves que solo ella entiende.
La noche estaba oscura,
como siempre.
El mensaje llegó a través del auricular apenas susurrado:
“Un pollo sin cabeza y con la billetera llena, al final de la calle.”
Era suficiente.
Anima sabía exactamente qué hacer.
No necesitaba más detalles.
La misión estaba en marcha.
Como maestra titiritera, no se ensucia las manos.
No directamente.
En su lugar, controla a sus peones, invisibles en la noche, piezas de un juego que solo ella maneja.
Cada uno tiene su función y cada movimiento está perfectamente orquestado. En las sombras, sus agentes cumplen su parte sin titubear, moviéndose por las calles como piezas en un tablero de ajedrez.
Un par de palabras, una seña, y el plan comienza a desenrollarse.
El “pollo sin cabeza” no sabía lo que venía.
Creía estar seguro, con su billetera abultada y su arrogancia desmedida, pero era solo un número en la lista de Anima, un objetivo más.
LucIA calculaba cada variable. LuniX ajustaba los últimos parámetros. El cebo estaba colocado, el tirón venía pronto.
Cuando el momento llegó, la trampa se cerró con precisión quirúrgica. El objetivo cayó, rápido y sin ruido.
No hubo errores, solo ejecución impecable.
Mientras el caos envolvía al pollo,
Anima observaba desde lejos, indiferente.
Su cuenta sumaba otro número. LuniX & LucIA: dos nombres, una mente.
Anima no sonreía, no sentía satisfacción.
Para ella, era solo otro trabajo, otra tarea cumplida.
Su éxito no estaba en la gloria, sino en el silencio con el que ejecutaba.
Con un movimiento rápido, la transmisión del Operador llegó al final. Un mensaje más corto que el anterior,
más frío, más distante: “Tira fuerte, y desaparece.”.
Y así lo hizo, tiró fuerte del hilo que ella misma había tejido, y desapareció en la noche,
dejando solo una sombra de su presencia.
La misión estaba servida, y con ello, el mundo volvía a su caos habitual.
Otro número más en la cuenta de Anima Dark Behind.